Digamos, por ser educados, que... que nos podría ir mejor, que el mundo podría ser más justo o incluso, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. La historia, nuestra historia hoy en día, tiene tantas caras como queramos buscarle. Si nos paramos a pensar un poco, todos conocemos a alguien... alguien que ha estado a punto de perder la casa, alguien que ha llorado porque no sabía cómo decirles a sus hijos, que no habrían regalos de Navidad; alguien que ha tenido que hacer mil piruetas para equipar a sus hijos para el colegio... alguien que se ha divorciado, que ha perdido alguien querido. Todos conocemos a gente que ha perdido, y no a veces debido a la muerte, a gente a la que quiere durante el año pasado; yo entre ellos. Hemos visto cómo nuestros sueldos han sido mermados, cómo la vida ha ido subiendo sin que podamos más que, apretar los dientes y tirar hacia adelante. Vemos cómo las empresas, sean el sector que sean, no pagan sueldos, no facilitan papeles de paro, o lo que es peor, la gente pierde el empleo y debe de esperar el subsidio que suele tardar en llegar.
Pero lo que parece que no vemos y DEBEMOS VERLO, es, que seguimos al pie del cañón día a día, que si no comemos jamón serrano, comeremos mortadela... que si en España no hay trabajo, podemos considerar una aventura, un reto, buscarlo en el extranjero... que hay gente que fallece y nos abandona aparentemente, porque si nosotros lo mantenemos vivo en el recuerdo, no llega a irse... gente que se va de nuestra vida conscientemente, aún a sabiendas del daño que produce su marcha, pero no debemos de llorar esas pérdidas, porque si alzamos la vista, vemos que no estamos solos y lo que es mejor aún, que si abrimos nuestras puertas, hay mucha gente a la que conocer. Siempre hay un mañana, siempre sale el sol, y no tenemos más que levantar la cabeza para verlo.
Este post va dedicado a la gente que ha optado pasar el 2012 a mi lado, el tiempo que fuese. A todos los que me han arrancado una sonrisa, les doy un aplauso... a los que me han arrancado carcajadas, las gracias eternas... A todos vosotros: A mi pinche... Vero Tejero, Vero Lajara, Vero Castellano, a Carmen, a Joana, a Isa y Raul, por supuesto a Eva y Rubén. a Edu, a Adri, a Aris, a Dani, a Leti, que me hizo mucha ilusión saber que me leías, a Gema y Lito, a Deb y Miguel... A Carlos, el sir del Norte. A mi hermana y mi cuñado, a mis padres y mi abuela, aunque no pueda leerme. A mis primos Raquel y José, a Sonia, a mis tías...A Virgi, a Ana Guillén, a Ana Carbonero. A mis Gastrofrikis: Catalina, Conchi, Encarna, a mi Silvia, a Mercedes, a María Teresa, a Helena del Valle, a Helen Roca a Patricia Martinez, a Dolly Garrigós, a Tara, a May Julia, porque de un modo, casi anónimo, sabemos que tenemos tendido un cable invisible que nos une.
Nadie es más importante que otro en este post y mis disculpas si olvido a alguien... Debo de confesar que llevo a más gente en mi pensamiento en estos momentos, pero no puedo incluirles.
Sólo quiero desearos un dulce 2013...
Como regalo, a algunas de las personas que he comentado, decidí hacer mermelada casera y regalar unos botes a algunos de los más allegados. Mención muy especial, aquí a mi hermana, que a pesar de haber estudiado periodismo, ahora está haciendo una doble especialización que incluye diseño gráfico. Ella es la autora de la maravilla de etiquetas con las que pude coronar el trabajazo de la mermelada. En cuanto pueda, cambiaré la imagen del blog con su ayuda. Gracias a mi pinche, por los largos ratos cortando fruta y ayudándome en la elaboración...y por supuesto, envolviendo los tarros, porque yo gracia para ello no tengo...
Y ahora, por favor, los que habéis recibido la mermelada, los que aún la tenéis que recibir y los que por motivos de logística y situación geográfica no la recibiréis, pensada que tenéis un tarro en vuestras manos... abridlo, y endulzad vuestra vida desde este preciso instante; porque el ver las cosas blancas o negras... está sólo en nuestras manos...